El europeo, a bordo de de un flamante pero algo vetusto coche de caballos con el que cree dirigirse impasible y tranquilamente hacia el futuro, se ha quedado sorprendido ante la aparición de un inesperado cruce de caminos. Todo sucede cuando los caballos relinchan irritados y el coche finalmente se detiene. En eso el pasajero saca la cabeza por la ventanilla, intenta enterarse de qué pasa y, ante el dilema que se plantea, pregunta malhumorado al cochero: «¿Pero, no pasamos por este punto en 1939 (Polonia), 1956 (Hungría), 1969 (Checoeslovaquia), 1991 (Yugoeslavia), 1999 (Chechenia) y 2022 (Kazajistán)? Estamos otra vez perdidos. No paramos de dar vueltas al mismo sitio.»
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